viernes, 10 de abril de 2009


A esa misma hora, Jesús gritó con fuerza: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"
Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba a bajo.

Una escena como ésa, me rasgaría el corazón de arriba a bajo.

5 comentarios:

salud equitativa dijo...

observación humana y mensaje para la eternidad... padecimiento a manos de la soberbia y necedad de las almas que sólo contienen desprecio y se expresan descalificando al mensajero con el objeto de destruir el mensaje y minimizarlo a los ojos de los mortales... en ese momento, en ese preciso instante, un destello de LUZ sale del cuerpo y se proyecta hacia el VERBO ORIGINAL... la palabra de CREACIÓN regresa a su FUENTE, a sabiendas que el mensaje ha sido impregnado en unos pocos espíritus plenos de LUZ que lo transportarán hacia los siguientes tiempos respirables diseminando la semilla... el que quiera oir que oiga. Besos andinos ancestrales. Víctor

Verbo... dijo...

Usted lo ha dicho amigo... el que quiera oir, que oiga !!

Besos Victor ♥

cieloazzul dijo...

ay amiga... miles de siglos después... esa misma escena, recreada y filmada a mi me estruja el alma y las lagrimas...
también me rasga el alma...
besos amiga hermosa!

p. Yulep Rikschîjin *live* dijo...

Eloi, Eloi ¿Lama Sabactani?

Duro es entender ese misterio, y solo en la hora negra y cruel lo podemos.
El sacrifio de uno tan hondo puede llegar, cuando en nada se falta y para todo se redunda.

Nuestra tristeza no esta inescuchada. Nuestro corazon es su invencible tambor...

salud equitativa dijo...

TÚ ERES... "...y me dijo: no selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca (agrego: MUY). El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santífiquese todavía".
"...he aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar
a cada uno según sea su obra. Yo soy el Alfa y el Omega, el principio y el fin, el primero y el postrero".
"...bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas de la ciudad".
San Juan 23:6-21 Libro de las Revelaciones...
TÚ ERES... alabada.